Galella, L. Representación nacional y gubernamental en las estampillas durante y tras el fin del
protectorado español en Marruecos
Revista de Artes y Humanidades UNICA 51
Como plantea Maalouf en su libro naufragio de las civilizaciones “Todos los que
padecieron durante mucho tiempo la agobiante autoridad de un colonizador, de un ocupante,
de una metrópolis saben de ese sentimiento de dependencia, de esa necesidad de esperar a
que los avale una instancia superior otros soberanos mucho más poderosos que le imponían
sus propias exigencia” (Maalouf, Amin (2019). Es ese proceso colonial de menoscabo de la
identidad nacional, la merma de las instrucciones locales, algunas de ellas ancestrales, con la
perdida de parte de la identidad que eso conlleva, lo que tenía que combatir el nuevo gobierno
marroquí para lo cual se buscó rescatar la imagen del monarca como símbolo de la
independencia, del valor de las tradiciones y de idiosincrasia local.
Es por esto que al comienzo de su vida independiente Marruecos se vio en la
necesidad urgente difundir con una imagen clara los cambios políticos conseguidos. Además,
ese concepto grafico/institucional debía ser rápidamente conocido y difundido entre la
población. Quienes debían anoticiarse y hacer propia la nueva realidad política, donde el
sultán retomaba el control total del poder tras años de vasallaje. Con este nuevo poder ya no
existía la necesidad que una instancia superior avale sus decisiones. Se instalaba así un
régimen con características nacionalistas, autoritarias que reivindicaba una fuerte unidad
política, religiosa y cultural.
La estampilla, elemento de uso cotidiano en los momentos históricos analizados,
permitió que una gran cantidad de personas tengan acceso cotidiano a la nueva imagen del
nuevo sultán, cabeza del naciente gobierno independiente de Marruecos. Las estampillas
hacían llegar el nuevo mensaje grafico a todo el pueblo ya sea este letrado o iletrado. La
imagen del monarca estaba presente de forma cotidiana y de esta forma, es posible que se
buscara, cambiar puertas adentro la idea de una nación dependiente y humillada durante la
época colonial, reavivando el calor nacionalista que las imágenes fomentaban.
Es así que la primera figura estampada en sellos postales seria la del monarca
Mohamed V, nueva cabeza del estado. La serie fue emitida en fines de 1956 principio de
1957. En ella vemos al monarca de tres cuartos perfiles mirando hacia la izquierda. Lleva el
tradicional fez (convertido ya en símbolo de la nacionalidad marroquí), chilaba blanca lisa,
pero a diferencia de la imagen del Jaifa de 1955, encontramos como elemento de modernidad
occidental, bajo la chilaba asoma la camisa, la corbata y lo que parecería ser un saco oscuro.