Guevara, M. La luz que brota del ruido-ruina Espiritual del Mundo: Subjetividad y Fraternidad
Digital.
Un ensayo sobre fraternidad y (re)escritura
150 Revista de Artes y Humanidades UNICA, Volumen 25 Nº53 / Julio-Diciembre 2024, pp. 142-151
Universidad Católica Cecilio Acosta – Maracaibo – Venezuela. ISSN: 1317-102X / e - ISSN: 2542-3460
colectivos, movimientos y agrupaciones culturales, académicas y políticas dedicadas a las
áreas culturales, artísticas, educativas y formativas; como decía Foucault, (en) esa dulzura
de las utopías. Eso no debe ser ninguna casualidad, porque sin caer en reduccionismos, se
trata del mismo tipo de sujeto, es decir, aquellos que se entienden, acuerdan y dirimen sus
diferencias en la comunidad discursiva, muy habermasiana a veces la fraternidad de la
palabra. Pero claro, repetimos, no se trata de un edén de relaciones por su puesto, sino de
un nuevo momento de eticidad amorosa, porque tienen sus contradicciones, pero insistimos
que el hecho de que no sean relaciones basadas en dinero, en el capital, ya es otra cosa. Está
fuera del sistema de relaciones de subjetividad que prima el valor material y eso ya es
suficiente. Estar fuera de la carrera de máxima velocidad por ser el más productivo es
salirse del molde. Es el gran acto revolucionario de este tiempo.
Tal vez lo único que falta a la fraternidad de la escritura, al decir de los filósofos
salvajes, es integrar a esa comunidad discursiva aquello que no es humano, lo que le
trasciende fuera de su entidad humana como centro de las cosas. Por eso es que aquella idea
de escribir sobre reescribir tiene sentido. Porque si al reescribir repensamos, es decir,
pasamos-de-nuevo-por-lo-dicho, reconsideramos, una idea aquí y allá puede ser otra, lo que
lleva de forma inevitable a cambiar alguno que otro aspecto de nuestras acciones.
Puede que un día de estos nos demos cuenta que falta gente en nuestras reuniones.
Eso es lo que podemos encontrar en la fraternidad-sororidad de la escritura. In situ, en los
proyectos personales, con los amigos y amigas. En la acción comunitaria para el cambio
político. En el acto mismo de fraternizar. En comunidad, en actividades fuera de los
ámbitos más cercanos. Incluso a nivel internacional en las relaciones digitales, a través de
correos electrónicos, de actividades, videollamadas, discusiones, la fundación y creación de
proyectos.
Como ya se ha dicho antes, cuando se habla de la fraternidad de la escritura en los
entornos digitales, no se trata de una singularidad mistificada, porque los creadores y
creadoras no dejan de ser personas con los defectos de cualquier otro ser humano, porque la
tecnología no deja de tener su aspecto negativo; no se trata mucho menos de mistificar a los