Sarmiento, J. Ética ecológica de la ecofraternidad.
Una visión desde la propuesta del Papa Francisco
132 Revista de Artes y Humanidades UNICA, Volumen 26 Nº54 / Enero - Junio 2025, pp. 127-140
Universidad Católica Cecilio Acosta – Maracaibo – Venezuela. ISSN: 1317-102X / e - ISSN: 2542-3460
entorno y apropiarse de este… (p.11). Lo que ha llevado a la deshumanización, por el uso
irresponsable de la tecnología.
En otras palabras, desde la postura antropocéntrica, “la indiferencia o la crueldad ante las
demás criaturas de este mundo siempre terminan trasladándose de algún modo al trato que damos
a otros seres humanos” (LS, 92). A efectos lógicos, en la medida que las personas actúen como
unos ecocidas, también existe la probabilidad de que operen como homicidas.
Por otro lado, en relación al biocentrismo, este surgió a finales del siglo pasado, y
sostiene que todos los seres vivos merecen igual respeto y consideración moral,
independientemente de su capacidad racional y sentimental. Desde acá, se promueve la
protección del medio ambiente y el bienestar animal, abogando por prácticas sostenibles y
energías renovables.
El biocentrismo, se presenta, como un paradigma ontológico emergente, porque afirma
que la vida es la medida de toda realidad. A pesar de las ventajas que presenta el biocentrismo
en relación al antropocentrismo, el Papa Francisco sintetiza:
Un antropocentrismo desviado no necesariamente debe dar paso a un « biocentrismo »,
porque eso implicaría incorporar un nuevo desajuste que no sólo no resolverá los
problemas sino que añadirá otros. No puede exigirse al ser humano un compromiso con
respecto al mundo si no se reconocen y valoran al mismo tiempo sus capacidades
peculiares de conocimiento, voluntad, libertad y responsabilidad. (LS, 118)
El pasaje anterior, nos deja ver que no se puede exigir a las personas compromiso con el
mundo, porque, esto es algo que debe surgir de la comprensión y valoración de lo que significa
ser humano, para fomentar un crecimiento con el mundo. Si no se reconocen estas capacidades,
se corre el riesgo de deshumanizar a las personas, tratándolas como meros instrumentos, en lugar
de individuos con valor y dignidad.
En este orden de ideas, el paradigma de la complejidad de Morín (2000) señala que, el
antropocentrismo y biocentrismo, son dos paradigmas opuestos, que tienen la obediencia a otro
paradigma más profundo, el de la simplificación; desde donde se prescribe la reducción (de lo